Según el informe, el monto recaudado por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) asciende a más de seis mil millones de dólares a fin de apoyar distintos cultivos y potenciar la seguridad alimentaria en ambas zonas, las cuales figuran entre las más afectadas por el fenómeno de la sequía en el planeta.
Tanto el corredor seco de América central como el Sahel enfrentan problemas compartidos, especialmente la sequía y la gestión inadecuada de los recursos hídricos que desencadenan conflictos y migración forzada, consideró la agencia.
Los proyectos abordarán desde redes de riego en pequeña escala e instalaciones de almacenamiento de agua hasta cartografía digital del suelo y medidas para impulsar el comercio regional.
“Creemos que podemos llegar a un enfoque holístico”, opinó el economista jefe de la FAO, Máximo Torero, al sopesar la necesidad de complementar las iniciativas existentes y priorizar al mismo tiempo las inversiones de carácter común para encarar la actual situación de crisis.
En el Sahel priorizarán las áreas de “alta pobreza”, ello incluirá la instalación de bombas alimentadas por energía solar, la construcción de pozos profundos y el aumento de las de tierras de cultivo irrigadas mediante una mejor captura y almacenamiento de agua.
Mientras el corredor seco centroamericano, desde el estado mexicano de Chiapas hasta Panamá, podrá favorecerse mediante facilidades de acceso al crédito, mapeo digital de suelos, técnicas de optimización de la gestión de los nutrientes de las tierras, instalación de sistemas de almacenamiento de agua y la creación de una base de datos sobre los riesgos agrícolas de acuerdo considerando el clima, el suelo y los cultivos.
De acuerdo con el reporte de Global Water Monitor Consortium, la sequía podría intensificarse a escala global, lo cual contempla el posible surgimiento de nuevos focos en algunas partes de Norteamérica, Suramérica, Asia Central, China y el cuerno africano.
El calentamiento global está cambiando el ciclo del agua en todo el orbe, por tanto, tampoco se descarta una mayor frecuencia de las sequías repentinas, señaló el informe presentado en enero de este año.
mgt/mjm