Los manifestantes, convocados por la Alianza Pueblo Unido por la Vida, rechazan el pacto suscrito por el Gobierno y la empresa Minera Panamá, lesivo a la soberanía y que trae irreversibles daños a la naturaleza, según sus líderes.
Uno de los voceros de los colectivos, el secretario general del Sindicato Único Nacional de los Trabajadores de la Industria de la Construcción y Similares, Saúl Méndez, dijo a Prensa Latina que el propósito es demandar al Ejecutivo la derogatoria de leonino contrato con la filial de la trasnacional canadiense First Quantum.
“Nos mantendremos en las calles, movilizados, hasta derrotar ese contrato”, remarcó.
La caminata y mitin en el Caso Antiguo, en las inmediaciones del Palacio de las Garzas( sede del Ejecutivo), forma parte de las acciones para rechazar la aprobación de la Ley 406, cuyo texto predecesor fue declarada inconstitucional en 2017 por la Corte Suprema de Justicia(CSJ).
Este jueves se conoció que la presidenta de la CSJ, la magistrada María Eugenia López, admitió una de cinco nuevas demandas presentadas que impugnan el actual convenio, pero para los colectivos populares eso no basta e insisten en que sea revocado de inmediato.
También exigen la moratoria a la minería y la realización de una consulta ciudadana que sea televisada y termine con referendo, en el que la población con su voto en las urnas decida si quiere ser o no un país.
Gremios docentes, personal de salud, universitarios, trabajadores de la construcción, grupos indígenas y ciudadanos se movilizaron sonando cacerolas, bocinas y coreando consignas como “No a la minería, si a la vida”, o “La Patria no se vende, la Patria se defiende”, entre otras.
Los protestantes recorrieron las principales arterias de la capital y la localidad de Calidonia, con rimas contra los diputados, ministros y el Presidente, Laurentino Cortizo, a quienes acusan de traición a la nación.
En otras provincias como Colón, Chiriquí, Veraguas, Panamá Oeste, Coclé y Herrera, tienen lugar acciones similares de protesta contra el contrato minero.
La víspera en la céntrica Calle 50 y sus inmediaciones como Punta Pacífica y Paitilla, las manifestaciones sobre todo de jóvenes que vestían de negro, que transcurrían inicialmente de manera pacífica, terminaron cerca de la casa del gobernante Cortizo, donde unidades antimotines lanzaron grandes cantidades de gas pimienta, constató esta agencia informativa.
Incluso varios helicópteros sobrevolaron la protesta multitudinaria lo que para algunos recordó similar escena de las revueltas sociales durante la etapa de dictaduras militares, cuando esa vía era epicentro de manifestaciones populares.
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