El Gobierno paquistaní indicó que a partir del 1 de noviembre, los refugiados afganos sin permiso deben abandonar el país o de lo contrario comenzará una ola de detenciones, recoge la agencia Tolo News.
Pakistán asegura que se trata de una medida de seguridad ante el incremento de los atentados, atribuidos a milicianos infiltrados, presuntamente, en tanto Naciones Unidas considera el procedimiento como una expulsión ilegal.
Los llegados en las últimas horas regresaron a través del paso de Torjam y componen mil 358 familias, y se suman a los 12 mil que llegaron en los últimos días.
La medida de las autoridades paquistaníes afecta a 1,7 millones de refugiados afganos la llamada «Prueba de Registro» o PoR que les acredita como merecedores del estatus de ciudadanos protegidos, dado que muchos de ellos huyen del gobierno talibán.
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