“No me preocupa la censura, lo que me preocupa es el país”, dijo el titular, admitiendo la posibilidad de ser censurado por el pleno tras las explicaciones que ofrezca al Congreso de la República, medida que equivale a la destitución.
Esa posibilidad cobra fuerza, según el diario La República, debido la violencia, la semana pasada, entre moto-taxistas lugareños y extranjeros en dos municipios limeños, que definió como reacción de los primeros ante la extorsión a la que los someten los foráneos.
Al respecto, expertos en seguridad ciudadana y medios de prensa afirman que, en realidad, fue una batalla campal entre mafias de extorsionadores en pugna por el control de esos barrios.
A ello se agregó la difusión por Internet de la proclama de una banda de extranjeros que anunciaba asesinatos de moto-taxistas peruanos y mostraba armas largas y el cierre, de las escuelas de los municipios de La Victoria y El Agustino, porque los padres no enviaron sus hijos a clases, por temor.
A ello se suma los asesinatos casi diario de quienes se niegan a pagar cupos a los extorsionadores y los frecuentes secuestros y asaltos y, sobre todo, la percepción generalizada de que ha fracasado la declaración de estado de emergencia contra la criminalidad decretado en determinados municipios.
Romero alegó que el problema de la inseguridad data de hace muchos años y dijo que “no podemos pretender que en dos o tres meses se den resultados como todos quisiéramos; es un problema estructural y una estrategia toma su tiempo en dar resultados”.
Como preludio de su defensa ante el pleno legislativo, el Ministerio del Interior afirmó que la incidencia de delitos se redujo en un tercio como promedio cuatro municipios de Lima y siete de la norteña provincia de Sullana, pero las noticias policiales persisten en frecuencia y en gravedad.
Romero anunció como logro la captura de cuatro elementos de la banda que lanzó por Internet la amenaza de asesinatos y pidió al Congreso aprobar el proyecto gubernamental de crear un nuevo cuerpo de policía de Orden y Seguridad integrado por licenciados de las Fuerzas Armadas, que no parece convencer al Legislativo.
También informó que la Policía desarticuló cuatro bandas de extorsionadores y sicarios que operaban en Lima.
Por su parte, la bancada parlamentaria del partido izquierdista Perú Libre confirmó la intención de pedir la censura a Romero y por ende su retiro del cargo y argumentó que ha fracasado por incapacidad en la lucha por la seguridad ciudadana.
Según La República, la persistencia de la crisis de inseguridad ha cambiado la actitud hacia Romero de bancadas que impidieron su censura tras la interpelación de hace unas semanas, pese a que sus respuestas no fueron satisfactorias para el pleno congresal.
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