“En la actualidad, debemos buscar justicia en nuestra causa, manteniendo nuestra aspiración a la plena soberanía marítima y esforzándonos por fortalecer nuestro Estado y economía”, afirmó el mandatario en un discurso pronunciado en la localidad de Tiquina, a orillas del Lago Titicaca, en el departamento de La Paz.
Añadió Arce que, por ello, las Fuerzas Armadas y, en particular, la Armada Boliviana, deben permanecer en la línea patriótica de héroes como Andrés de Santa Cruz, Tata Belzu, (Hilarión) Daza, (Gualberto) Villarroel y Juan José Tórrez.
Insistió en que la aplicación práctica de esos principios en cada ámbito militar es de vital importancia para consolidar el Estado Plurinacional de Bolivia, la Revolución Democrática, Popular y Cultural.
Evocó la pérdida del litoral porque la oligarquía minera priorizó en 1904 sus intereses individuales y empresariales por encima de la causa patriótica.
Añadió que la voluntad popular rectificó los errores y se consolidó en la nueva Constitución Política de 2009 el nombre de Armada Boliviana como expresión del poder marítimo del país, con el fin de fortalecer las capacidades de la seguridad, defensa y desarrollo para el bienestar colectivo.
“Nuestra meta es proyectarnos al Siglo XXI como una potencia sudamericana, pacífica y democrática, pero firme -enfatizó-, en la defensa de nuestros derechos y el bien común”.
Sostuvo que en esa línea su Gobierno prioriza los planes de industrialización con sustitución de importaciones, los cuales transformarán a Bolivia en un país más próspero y equitativo.
Observó, sin embargo, que se debe permanecer en alerta, “ya que la existencia de litio, oro, tierras raras y recursos estratégicos (son) apetecidos por potencias imperialistas y socios subimperiales en la región debido a la demanda global de la industria 4.0 y la transición energética”.
Recordó que el país andino amazónico con su enfoque soberano y patriótico construye alianzas para la explotación del litio con la cooperación de China y Rusia.
Indicó que, este sector junto a los proyectos de desarrollo de las plantas industrializadoras, se constituirán en factores clave para fortalecer el poder nacional, así como incrementar la carga boliviana hacia puertos del Pacífico y el Atlántico.
Alertó que ante estos avances se develaron “nuevas amenazas, nuevas expresiones para atentar contra la seguridad nacional, que van desde las revoluciones de color, hasta la promoción de conflictos entre las regiones, generar daños a la economía, el comercio y el transporte.
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