“¡Luchamos contra el cáncer con la mejor tecnología! Con un promedio de más de 50 atenciones por día, nuestra Red de Centros de Medicina Nuclear y Radioterapia de #ElAlto y #SantaCruz realizó hasta el momento 20 mil 530 atenciones a nuestra población(…)”, escribió el dignatario en su cuenta de X (antes Twitter).
Describió el jefe de Estado que de esas consultas 13 mil 469 correspondieron a radioterapia externa, tres mil 768 a oncología clínica, mil 153 a medicina nuclear; mil 539 a nutrición y psicología, y 601 a radioterapia interna.
“Además, en nuestro Complejo Ciclotrón Radiofarmacia Preclínica ya producimos de manera soberana 15 mil 568 milicuríes (mCi) del radiofármaco Fluorodesoxiglucosa-FDG, atendiendo a más de 500 pacientes. Ingresamos en una nueva era en la que usamos la tecnología nuclear para dar esperanza a quienes padecen cáncer”, sostuvo el mandatario.
En relación con el tema, la directora general de la Agencia Boliviana de Energía Nuclear (ABEN), Hortensia Jiménez, afirmó que estos centros constituyen una esperanza para quienes sufren padecimientos oncológicos.
“Muy pronto completaremos la Red con la puesta en marcha del Centro de Medicina Nuclear y Radiológica La Paz -declaró Jiménez-, lo que consolidará este proyecto de medicina nuclear que ayudará a salvar más vidas”.
PROMESA CUMPLIDA
Cuando asumió el Gobierno el 8 de noviembre de 2020 tras ganar los comicios con más del 55 por ciento de los votos en las elecciones generales, entre las principales peticiones del pueblo boliviano a Arce figuraban la salud y la vida ante la presencia de la pandemia de Covid-19.
De inmediato, mediante el Ministerio de Salud y la Cancillería, se realizaron gestiones para adquirir vacunas, pruebas anticovid, medicamentos, insumos de bioseguridad, equipamiento, oxígeno y se contrató personal médico.
El primer lote de 20 mil dosis que arribó al país fue de la vacuna rusa Sputnik V, con lo cual se inició en enero de 2021 la inmunización del personal de salud en primera línea.
Según la cartera sanitaria, a diferencia del Gobierno de facto de Jeanine Áñez, el Ejecutivo del presidente Arce invirtió 124 millones de bolivianos (más de 17 millones de dólares) y gestionó donaciones por un monto de 6,6 millones de bolivianos (más de 900 mil dólares).
Con esos recursos, se dotó de equipos de bioseguridad al personal de primera línea que combatía la pandemia de Covid-19; se instalaron 18 laboratorios para realizar las Pruebas de Amplificación de Ácidos Nucleicos (PAAN) por el método de PCR-RT.
Reportes del Ministerio de Salud confirman que Bolivia gestionó la provisión de más de 18 millones de dosis para cubrir a la totalidad de la población vacunable (siete millones 617 mil 519 personas) para alcanzar la inmunidad de rebaño en lo posible hasta fin de año.
La gestión gubernamental garantizó “una canasta de vacunas” de diversos proveedores: Sputnik V, Sinopharm, AstraZeneca, Pfizer y Janssen.
El Ministerio de Salud, por su parte, promovió un plan integral de vacunación basado en cuatro ejes: diagnóstico oportuno, masivo y gratuito; vacunación voluntaria, gratuita y equitativa; coordinación con todos los niveles del Estado; vigilancia epidemiológica activa, y ante todo centrada en la prevención y promoción sanitaria.
Dentro de este contexto, el Gobierno fortaleció el SUS mediante la Ley 1152, un hito en la historia del país, porque a través de esta normativa creó el sistema de atenciones gratuitas en los niveles municipal, departamental y nacional.
Todos estos esfuerzos permitieron que el 31 de julio de 2023 Bolivia alcanzara la proeza de dejar atrás la Emergencia Sanitaria Internacional de la Covid-19 e ingresara en un Alerta Epidemiológica Nacional, según dio a conocer ese día el presidente Arce.
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