‘Nos molesta, nos indigna que un reo reaparezca en un momento tan crítico’, dijo la primera ministra, Violeta Bermúdez, aludiendo la crisis poselectoral generada por la negativa de Fujimori y sus aliados a reconocer la victoria de Pedro Castillo en el cómputo oficial del balotaje del 6 de junio.
Bermúdez destacó frente a ello los valores democráticos, señaló que el incidente debe ser investigado y llamó a construir un país distinto donde reos como Montesinos no tengan ninguna participación política.
Por su parte, la ministra de Defensa, Nuria Esparch, aseguró que en 72 horas se conocerá el resultado de la investigación abierta por la facilidad que tuvo Montesinos, de llamar desde la cárcel ubicada en una Base Naval a un contacto no autorizado, el comandante retirado del Ejército Pedro Rejas.
En las grabaciones reveladas por el veterano político Fernando Olivera, el reo instruye a Rejas a contactar con Guillermo Sendón, otro de sus contactos, y coordinar el pago de sobornos a tres de los cuatro integrantes del Jurado Nacional de Elecciones (JNE).
El objetivo de los sobornos es, según los audios, que los jueces acepten reclamos fujimoristas extemporáneos y los aprueben para mermar votos a Castillo y que Fujimori sea presidenta, porque de lo contrario ella irá a la cárcel, en referencia a un proceso en su contra en el que han pedido contra ella 30 años y 10 meses de prisión.
Mientras Rejas, autor de la grabación, reveló los audios, Sendón sostiene que solo quería verificar si había fraude en el JNE, al que el fujimorismo y sus aliados tratan de descalificar para impedir el ascenso de Castillo a la Presidencia.
Voceros fujimoristas, como Miguel Torres y Martha Moyano, sostienen que los audios son un montaje y que Montesinos es enemigo de Keiko Fujimori, cuyo padre, Alberto, también preso, tuvo como brazo derecho de su gobierno de mano dura (1990-2000).
El exfiscal acusador de Fujimori, Avelino Guillén, dijo sin embargo que es público que Montesinos apoyó y aportó sugerencias a Keiko durante la campaña electoral
Guillén se preguntó si se trata de una vuelta al pasado o simplemente Montesinos ‘siempre mantuvo estos nexos y cierto poder y su receta siempre es la misma, la corrupción’.
La dirigente progresista y aliada de Castillo, Verónika Mendoza, comentó que es doloroso y peligroso confirmar que, 20 años después de salir del Gobierno ‘la mafia fujimontesinista sigue comprando impunidades, desconociendo elecciones y generando caos’.
‘No lo permitamos, las fuerzas democráticas debemos frenar este golpe en marcha’, agregó, al llamar a defender la democracia de quienes quieren destruirla por sus pendientes con la justicia.
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