Las pesquisas se basaron en una denuncia de que Nores utilizaba la fundación a su cargo, Instituto Trabajo y Familia, para introducir en el circuito financiero legal aportes de la constructora brasileña Odebrecht para campañas electorales de García.
Nores fue primera dama de García en sus dos gobiernos (1985-90 y 2006-11) y dejó de serlo en 2008, durante la segunda administración del veterano político socialdemócrata que en su segundo gobierno abrazó el neoliberalismo.
En una entrevista televisiva, Nores afirmó que había podido justificar sus ingresos y los de la citada fundación y se refirió al final de García, quien se suicidó en abril de 2019 cuando estaba a punto de ser detenido en el marco de una investigación por corrupción.
La exprimera dama sostuvo que la detención frustrada de su exesposo era innecesaria pues no había y no hay ninguna prueba de que hubiera incurrido en lavado de activos.
Sin embargo, el exministro del exgobernante y también exsecretario de la Presidencia en su primer gobierno, admitió ante la Fiscalía que fue intermediario de entregas de dinero en efectivo de Miguel Atala, expresidente de la empresa estatal de Hidrocarburos, a García.
La confesión y el descrubrimiento en Andorra de una cuenta a nombre de Atala con un millón 312 mil dólares fueron decisivas para la orden de detención del expresidente.
Atala fue detenido y, tras la muerte de García, reconoció que era testaferro de este y que el dinero de la cuenta de Andorra procedía de Odebrecht y fue puesto en libertad en mérito a su confesión.
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