Fuentes de la sureña ciudad de Ica indicaron que el bloqueo se inició a las 21:30 horas de ayer, en un punto de la carretera Panamericana Sur -que vincula a Lima con todo el sur de la costa peruana- a 263 kilómetros de aquí.
La acción policial causó dos heridos, uno por el impacto de una granada de gas lacrimógeno en el pecho y otro por el impacto de perdigones en una pierna y ambos están hospitalizados y fuera de peligro, según los informes obtenidos.
La protesta demandaba mejoras laborales para los trabajadores de las empresas agroindustriales de la región y prontas elecciones generales adelantadas.
La policía mantiene bajo control la zona conocida como Barrio Chino, donde se registró la protesta y donde la Panamericana Sur fue objeto de bloqueos durante la ola de protestas contra el ascenso por sucesión a la presidencia de la mandataria Dina Boluarte, entre diciembre y marzo pasados.
Sin embargo, la radioemisora Exitosa de Ica advirtió que el malestar social persiste, con la posibilidad de que la protesta se reanude en cualquier momento.
El bloqueo en Ica fue precedido el sábado último por una marcha que reclamaba nuevas elecciones generales y contra la fiscal de la Nación, Patricia Benavides, investigada por tráfico de influencias, y la impunidad de la corrupción y de las muertes durante las protestas iniciadas hace un año.
Además, la Coordinadora Nacional Unitaria de Lucha (CNUL) ratificó la convocatoria a marchas en Lima y el interior, a realizarse del 7 al 10 próximos, por el retiro de la gobernante, nuevas elecciones presidencial y legislativas.
La protesta anunciada demandará también un proceso hacia una asamblea constituyente y juicio y sanción por las 50 muertes registradas durante las manifestaciones populares iniciadas tras asumir Boluarte la Presidencia, el 7 de diciembre de 2022.
Sobre las marchas en preparación, el ministro de Defensa Jorge Chávez declaró ayer que las fuerzas del orden impedirán bloqueos para “garantizar que las movilizaciones o marchas no afecten la seguridad y tranquilidad ni la infraestructura pública o privada”.
El jefe de la Policía de Lima, Róger Pérez, declaró que cuatro mil agentes serán desplegados y tomarán el control de plazas y otros puntos tradicionales de concentraciones populares.
Además, otros tres mil policías permanecerán en alerta para sumarse a los desplegados si fuera necesario, para controlar las movilizaciones.
ro/mrs