La norma abarca a la Unión Europea (UE) y busca facilitar la reparación y reciclaje, aunque este pacto debe ser aún refrendado por ambas instituciones para su entrada en vigor.
Los negociadores acordaron que los requisitos del llamado reglamento de diseño ecológico también deberían abordar las prácticas asociadas con la obsolescencia programada, cuando un producto deja de funcionar o pierde rendimiento.
Por iniciativa del Parlamento, los negociadores determinaron que la Comisión Europea (CE) deberá priorizar una serie de grupos de productos en su primer plan de trabajo –que se adoptará, a más tardar, nueve meses después de la entrada en vigor de la nueva legislación.
Dicho trato incluye productos de hierro, acero, aluminio, los textiles, muebles, neumáticos, detergentes, pinturas, lubricantes y productos químicos.
El acuerdo incluye también los pasaportes de productos digitales, que contienen información precisa y actualizada y permitirán a los consumidores tomar decisiones de compra informadas.
Según el texto acordado, la Comisión gestionará un portal web público que permitirá a los consumidores buscar y comparar la información incluida en los pasaportes de los productos.
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