En ese sentido, reveló, el Libro Blanco recién aprobado por el Gabinete sobre los vehículos eléctricos establece un rumbo para la transición desde la industria automotriz basada principalmente en vehículos con motor de combustión interna.
Según ese texto, para 2035 la base industrial de producción de automotores en Sudáfrica descansaría en una plataforma dual que integre vehículos eléctricos en la combinación de producción y consumo junto con los de propulsión por combustibles fósiles.
Patel explicó que las razones de peso detrás de esa transición son numerosas. La más importante es la necesidad urgente de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y combatir el cambio climático.
Además, agregó, reconocemos el papel fundamental que desempeña la industria automotriz en la economía de Sudáfrica, como importante generador de empleos e impulsor del crecimiento económico. La descarbonización, enfatizó el Ministro, no debe conducir a la desindustrialización, sino más bien aprovecharse para el crecimiento, profundizando la cadena de valor automotriz, fomentando el avance de la industria local y garantizando que la transición se alinee con las prioridades económicas.
Sobre el tema, el ministro de la Presidencia, Khumbudzo Ntshavheni, dijo que la política nacional apoya las inversiones en el desarrollo y la expansión de plantas de fabricación nuevas y existentes para contribuir a la producción de vehículos eléctricos en el país.
La industria automovilística de Sudáfrica desempeña un papel fundamental en el crecimiento económico y sustenta miles de puestos de trabajo, y el país también está dotado de recursos minerales que lo posicionan para convertirse en un actor clave y estratégico en las cadenas de valor de los vehículos eléctricos, explicó Ntshavheni.
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