En su cuenta de Twitter, Arce resaltó que Sisa, junto a su esposo Túpac Katari, lideró una gran rebelión que hizo temblar los cimientos del poder colonial español.
La historia nacional recoge que ambos luchadores decidieron elaborar los planes de la sublevación indígena para La Paz, Oruro y Chayanta, y destaca a Sisa como partícipe activa del primer cerco a la ciudad de La Paz en busca de la liberación de la nación indígena sometida a la servidumbre y esclavitud.
La guerrera fue apresada a causa de una traición y luego de un juicio la declararon culpable de sublevación contra el rey de España, y se la sentenció a morir por ahorcamiento.
Murió el 5 de septiembre de 1782. Su cuerpo fue desmembrado y sus partes llevadas a diversos sitios en tanto los colonizadores clavaron su cabeza en una lanza. Al final sus restos fueron quemados y sus cenizas esparcidas al viento.
La imagen de esta líder indígena aimara aparece en el billete de 200 bolivianos de circulación nacional como homenaje a su legado anticolonial, y además la Confederación Nacional de Mujeres Campesinas Indígenas Originarias de Bolivia lleva su nombre.
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