La secretaria de Estado para la Acción Climática y el Desarrollo Sostenible, Paula Francisco Coelho, exploró el vínculo entre los delitos contra la vida silvestre y el cambio climático, como parte de un panel desarrollado en ese contexto.
La pérdida de la biodiversidad como consecuencia de la delincuencia incontrolada contra la fauna y la flora silvestres supone una amenaza inminente para los ecosistemas africanos, aseguró Francisco Coelho y agregó que, además, impacta en las comunidades y el propio tejido de la identidad nacional.
Alterar los ecosistemas repercute en el clima, remarcó la secretaria de Estado, quien recordó que en mayo de 2022, Angola, Kenya y Perú elaboraron un proyecto de resolución presentado a la Comisión de las Naciones Unidas sobre Prevención del Delito y Justicia Penal.
La propuesta invitaba a los Estados miembros a expresar sus opiniones sobre la posibilidad de un nuevo acuerdo mundial para combatir el tráfico de vida silvestre, lo cual fue adoptado por consenso por la Comisión, y copatrocinado por otros 13 países.
Angola cuenta actualmente con 14 áreas de conservación, destacadas en la nueva Estrategia Nacional de Biodiversidad y Plan de Acción 2019-2025, que suman 156 mil 909,9 kilómetros cuadrados y representan el 12,58 por ciento del territorio nacional.
De esas zonas, cinco forman parte del proyecto de Expansión y Fortalecimiento del Sistema de Áreas Protegidas en Angola: los Parques Nacionales de Bicuar, Cangandala, Quiçama, Maiombe y la Reserva Natural Integral de Luando.
lam/kmg