La decisión, dijo la ministra sudafricana de Silvicultura, Pesca y Medio Ambiente, Barbara Creecy, es algo que nuestro país, junto con el continente africano y otras naciones vulnerables, han luchado por lograr durante muchos años.
Reconoce, agregó, diferentes áreas temáticas para la acción de adaptación y contiene objetivos mensurables con plazos determinados.
Asimismo, añadió la Ministra, la importancia de asegurar una financiación pública adecuada para la adaptación por parte de los países desarrollados.
Este es un gran paso adelante, puso de relieve.
A lo largo de nuestra facilitación del Balance Global, Sudáfrica enfatizó que la ambición climática debe estar equilibrada entre la mitigación, la adaptación y los medios de implementación, sostuvo Creecy.
También insistimos que la equidad y las responsabilidades comunes pero diferenciadas y las capacidades respectivas deben sustentar todas las demandas a los países en desarrollo, recordó.
En consecuencia, dijo la Ministra, Sudáfrica acoge con satisfacción las decisiones sobre la puesta en funcionamiento del Fondo de Pérdidas y Daños, el programa de trabajo Caminos de Transición Justa, el Programa de Trabajo de Mitigación y el Objetivo Global de Adaptación.
También nos complace ver que el texto final resalta que “las medidas unilaterales no deben constituir un medio de discriminación arbitraria o injustificable o una restricción encubierta al comercio internacional”, prosiguió.
Finalmente, Creecy resaltó como Sudáfrica acoge con especial satisfacción el fuerte enfoque de derechos humanos, inclusivo y participativo en la decisión de transiciones justas definidas a nivel nacional, en las que todas las partes interesadas tienen un papel que desempeñar y se respeta el derecho al desarrollo.
Esto es fundamental, resumió, para el logro de la justicia climática, tanto a nivel nacional como internacional.
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