La cartera denunció en un comunicado que Estados Unidos y Corea del Sur han agravado durante todo el año la situación regional de la península coreana con imprudentes provocaciones militares, como el despliegue de medios de ataque nuclear y los ejercicios militares conjuntos de gran envergadura.
Esto deviene una abierta declaración de confrontación nuclear consistente en chequear en el ambiente de combate real el procedimiento operacional para el uso de armas contra la RPDC tomándolo como hecho consumado, declaró el ministerio.
La inestable situación político-militar de este año, que comenzó con la entrada del bombardero estratégico B-1B de las fuerzas aéreas norteamericanas en enero pasado y finaliza con la presencia del submarino nuclear del mismo país en diciembre, evidencia que Washington y sus satélites agravan unilateralmente con palabras y acciones la tensión militar en la región de la península coreana, añade la declaración.
El ministerio advirtió que las fuerzas armadas de la RPDC cumplirán con su deber constitucional de asegurar fidedignamente la paz y seguridad de la Península Coreana y la región, al tiempo que defienden la soberanía nacional, la integridad territorial y los intereses del pueblo.
Cualquier hostil de usar las fuerzas armadas contra la RPDC tropezará con la contramedida preventiva y destructiva, concluye el texto.
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