Medio millón de personas cruzaron entre enero y noviembre por esa nación centroamericana en su afán de llegar a Estados Unidos, estima la Organización Internacional de Migraciones, (OIM), que precisa además que, el agosto registró el paso de 84 mil de estos.
La investigación, publicada por Semanario Universidad, explica que la gran mayoría de las personas que abandonan su país natal son venezolanas y su principal destino es Estados Unidos.
En comparación, en el 2022 se registraron 226 mil personas migrantes y 126 mil en 2021, detalla.
La ruta principal dentro de Costa Rica inicia en Paso Canoas, en la frontera sur, y llega a Los Chiles, en el límite norte.
Recuerda además que, desde octubre el Gobierno costarricense impulsó el sistema de transporte por autobús, tras lo cual la OIM constató una reducción en el número de personas migrantes varadas en sitios públicos.
Señala el estudio que, mientras en septiembre de 2023, el 23 por ciento de las personas migrantes que llegaron al país terminaron en espacios públicos y solo un por ciento en albergues, estas proporciones se modificaron al 10 y dos por ciento, respectivamente, en octubre y al tres y 24 por ciento, respectivamente, en noviembre.
Estos cambios subrayan la efectividad de las nuevas medidas en la mejora de la gestión migratoria dice el reporte.
La OIM identificó en noviembre a 10 mil 445 migrantes varados en albergues, de los cuales 10 mil 268 están en el Centro de Atención Temporal para Personas Migrantes (Catem), y a mil 293 en lugares públicos entre los cantones monitoreados, que forman parte de la ruta migratoria.
Como parte de la pesquisa, la OIM aplicó la Encuesta de Monitoreo de Flujos en noviembre a tres mil 77 personas migrantes, cuyos resultados son no probabilísticos, es decir, no se pueden generalizar a toda la población migrante.
Según el perfil migratorio obtenido de la encuesta, más de la mitad de las personas que abandonan su país tienen educación secundaria superior y se mueven principalmente solas o en grupos familiares de cuatro o cinco personas, cuando están en sitios de tránsito, mientras que quienes están en albergues son grupos más numerosos de hasta seis o más.
La mayoría son adultas jóvenes y su principal motivo para abandonar el territorio donde nacieron es la búsqueda de condiciones favorables para trabajar, mejorar su situación económica, la estabilidad política y reunificación familiar.
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