«Sí, puede ocurrir (una aproximación). Además, se toparán si ambos van a la cumbre de Mercosur (Mercado Común del Sur) a finales de junio en Asunción, pues ahora la presidencia está con Paraguay», declaró Vieira al portal Metrópoles.
Precisó que esa cita «puede ser antes, depende, reuniones de jefes de Estado son siempre negociados y arreglados con antelación, nunca es algo ocasional».
Respecto a su contacto con Milei durante la toma de posesión del mandatario ultraderechista el 10 de diciembre en Buenos Aires, consideró que resultó positivo y el argentino reconoció la importancia del nexo con Brasil.
«(El encuentro) fue muy bueno, estuve dos veces con él. Poco después de regresar del Congreso a la Casa Rosada (sede presidencial), me recibió, antes que cualquier otro visitante extranjero, jefe de Estado», apuntó.
El canciller explicó que con Milei tuvo una conversación rápida, «pero muy cordial, en la que también dijo que la relación de Argentina con Brasil es muy importante, fundamental».
Refirió que él quiere mantener ese vínculo en el más alto nivel, «con todo el entendimiento y transparencia de los dos lados, porque es indispensable que Argentina y Brasil tengan una buena relación».
A finales de noviembre, la ahora canciller argentina, Diana Mondino, entregó a Vieira en Brasilia una invitación destinada a Lula para que asistiera a la posesión de Milei.
Sin embargo, a pesar de la disminución de la tensión con el economista, que se autodenomina libertario, el equipo de Lula evaluó que el fundador del Partido de los Trabajadores podría exponerse asistiendo al evento, considerando el clima hostil de los partidarios, entre ellos el exmandatario Jair Bolsonaro.
Durante las elecciones, Milei afirmó que cortaría relaciones con Brasil y China, en razón de que estas naciones eran comandadas por políticos de izquierda.
No obstante, al vencer el pleito, el discurso cambió y demostró más tarde proximidad con los gobiernos citados. Llegó a decir que si Lula quiere ir a la toma de posesión, será muy bienvenido.
Remitió la mencionada misiva al exsindicalista deseando que el tiempo de ambos como presidentes sea de estrechamiento de lazos y destacando la conexión entre los dos países.
Se llegó a considerar enviar el vicepresidente Geraldo Alckmin a la ceremonia de asunción en la capital argentina, pero la opción del jefe de la diplomacia ganó fuerza, justamente por el contacto mantenido con Mondino.
El Palacio del Planalto (sede del Poder Ejecutivo) también buscó señalar con la designación de Viera un gesto de acercamiento y cordialidad.
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