Estrenada en el verano del pasado año, la película de 180 minutos, con guión y dirección de Christopher Nolan, se basó en el libro Prometeo americano, de los autores Kai Bird y Martin J. Sherwin, a partir de una investigación de 25 años.
El volumen, ganador de numerosos premios, incluido el Pulitzer de Biografía o Autobiografía de 2006, indaga en la vida y obra del físico teórico J. Robert Oppenheimer, líder del Proyecto Manhattan que produjo las primeras armas nucleares estadounidenses al final de la Segunda Guerra Mundial (1939-1945), entre ellas las bombas atómicas lanzadas en las ciudades japonesas de Hiroshima y Nagasaki.
Sin duda, una lección sobre la responsabilidad social de la ciencia actual, el filme ha provocado opiniones encontradas, por un lado las valoraciones artísticas y narrativas, por el otro los aspectos históricos y científicos.
Pero la crítica y el público coinciden en aplaudir su rigor histórico, intensidad dramática y su espectacularidad visual, a pesar de tomarse algunas licencias artísticas.
Para Richard Rhodes, historiador especializado en el Proyecto Manhattan y autor del libro The Making of the Atomic Bomb, que se llevó el Pulitzer en 1986, el largometraje muestra la complejidad y diversidad de los científicos que participaron en el desarrollo de esas armas, así como sus motivaciones, dilemas personales.
En declaraciones a la prensa de su país, resaltó la manera en que la cinta refleja la colaboración científica internacional generada a raíz del conflicto bélico, a la cual se unieron algunos especialistas que eran refugiados de la Europa invadida por la Alemania nazi.
Del filme, Rhodes destacó también cómo aborda el conflicto ético enfrentado por Oppenheimer tras el lanzamiento de las bombas sobre Japón y su oposición al desarrollo de la bomba de hidrógeno, lo que fue utilizado para demeritar su calidad científica, acusarlo de espionaje y sacarlo del medio por su discurso antibelicista.
Sin embargo, en su opinión hay algunas inexactitudes o simplificaciones, entre ellas la representación del descubrimiento de la fisión nuclear o el papel de algunos personajes secundarios, pero son escenas que no afectan al mensaje principal de la obra, dijo.
Por su parte, Caryn James, crítica de cine del medio de comunicación británico BBC, escribió que la película es magnífica, madura, y subrayó el equilibrio entre la acción explosiva y los fundamentos cerebrales que caracterizan la obra de Nolan.
Asimismo, elogió la interpretación hecha de Oppenheimer por Cillian Murphy, en un papel carismático pero frío, enfrentado al dilema moral de haber creado un arma capaz de destruir el mundo.
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