Al intervenir en el acto conmemorativo del aniversario 53 de esa factoría, el mandatario denunció que hay personas con interés de boicotear el proceso de industrialización.
“(…) Temen se demuestre que es el “horizonte” de Bolivia para lograr soberanía productiva, generar ingresos y empleos estables y sostenibles”, afirmó.
Insistió en que quienes pretenden impulsar un boicot temen que se demuestre el camino que tiene que seguir Bolivia de industrialización de los recursos naturales nacionales.
Comparó ese objetivo con la proeza del ingeniero Jorge Zalezky, quien en contra de la corriente imperante hasta la década de 1960 de que resultaba imposible emplazar hornos en el altiplano construyó una fundidora en Oruro.
Rememoró cómo el profesional formado en Ucrania se dedicó a consolidar la primera fundidora en Bolivia en la década de 1960, inicio de la actual Empresa Metalúrgica, pese a las mentiras de la oligarquía minera de entonces para que fracasara.
“Estos grandes profesionales demostraron que las mentiras que se lanzaban desde la oligarquía minera y sectores conservadores de la sociedad solo tenían el objetivo de que Bolivia no entre en la etapa de la industrialización, que no ingrese en la etapa de agregar valor a nuestros minerales (…)”, expresó.
Significó Arce que hoy la situación es parecida.
El plan del Gobierno nacional incluye la construcción de 150 plantas industriales con una inversión superior a los 29 mil millones de bolivianos (cuatro mil millones de dólares) en distintos rubros.
Arce reiteró que en la década de 1960 se venció la mentira “porque los bolivianos demostramos que somos capaces de industrializar el país (…), y hoy consolidaremos el sueño anhelado de los bolivianos de industrializar nuestro país”.
Describió que esta es la vía para lograr la sustitución de importaciones, la (…) “generación de empleo estable y sostenible”, así como mejorar los ingresos de las familias y su calidad de vida.
“La industrialización, por lo tanto -enfatizó Arce-, es el horizonte que tenemos los bolivianos y las bolivianas, y este su gobierno es el gobierno de la industrialización”.
Precisó que este paso resulta una necesidad para lograr la independencia respecto a los productos que consume la población sobre la base de una economía de base ancha.
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