El sondeo indica que 90 por ciento de los peruanos quieren un cambio total (63 por ciento) o parcial (27 por ciento) de ministros, a lo que desde hace meses se resiste la jefa del Estado, y solo cinco por ciento plantean que no haya relevos en el equipo gobernante.
Los partidarios del cambio total incluyen entre los que deben ser reemplazados al primer ministro y brazo derecho de Boluarte. Alberto Otárola, cuya eventual renuncia acarrearía la de todos los titulares y desencadenaría la renovación total.
Además de Otárola, quienes se pronuncian por la renovación parcial consignan entre los reemplazables, en ese orden, a los titulares del Interior, Víctor Torres (26); Salud, César Vásquez (25); Economía y Finanzas, Álex Contreras (21) y Educación, Miriam Ponce (19).
La analista política Katherine Zegarra relaciona el deseo de cambios ministeriales respondería al manejo gubernamental de las políticas públicas básicas del Ejecutivo.
Añadió que, si bien los posibles cambios ministeriales pueden oxigenar al Gobierno, este es muy frágil pues, además de no tener mayoría en el Congreso y de que la coalición que mantiene con sectores parlamentarios también es débil, tampoco tiene apoyo ciudadano.
El mismo sondeo de Datum consigna una desaprobación a Boluarte de 85 por ciento y una aprobación de solo 10 por ciento y “ese rechazo abrumador es la primera causa” de la demanda de cambios, según el analista político Jeffrey Radzinsky.
El Gobierno “se mantiene, pues, en un precario equilibrio hasta el 2026 (cuando termina el periodo constitucional) o hasta que la presidenta renuncie el Parlamento la vaque (destituya)”, agregó Zegarra.
Para la comentarista, es muy difícil que la presidenta pueda cambiar la tendencia negativa que mantiene en las encuestas y para lograrlo tendría que dar soluciones concretas a los principales problemas de la población.
Análisis anteriores señalan que la complicada situación de la administración Boluarte se debe en gran medida a las 50 muertes registradas durante protestas contra su ascenso al gobierno, con la venia de los opositores del gobierno saliente, desde la posición de vicepresidenta, en diciembre de 2022, en reemplazo de Pedro Castillo, encarcelado y destituido por intentar disolver el Congreso.
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