La medida respondió a fuertes protestas de los colectivos que integran la alianza Pueblo Unido por la Vida y que en la jornada se concentraron en las inmediaciones del Ministerio de Comercio e Industrias (MICI) para entregar una nota al titular de esa cartera, Jorge Rivera.
En declaraciones a Prensa Latina, uno de los voceros de la alianza, Jorge Guzmán, precisó que, al ser recibidos por el funcionario, le reiteraron el rechazo a que, en el primer recorrido por el yacimiento de cobre en Donoso, Colón, excluyeran a miembros de esas agrupaciones.
Es la lucha en las calles del pueblo organizado, dijo, la que en octubre y noviembre pasado obligó a la Corte Suprema de Justicia a declarar inconstitucional el contrato suscrito por el Ejecutivo con la subsidiaria de la trasnacional canadiense First Quantum, y ahora esté obligada a presentar un plan de preservación y gestión segura de la mina.
Al ministro le indicamos además que aunque el Gobierno cuenta con los mecanismos e instituciones para hacer respetar la ley, igual no admitiremos nuevas visitas técnicas sin la participación de los verdaderos protagonistas de esa conquista en defensa de la soberanía.
Preferimos este tipo de soluciones a volver a tomar las calles y entrar en ese nuevo desafío para las fuerzas populares de Panamá que rechazan la minería metálica, remarcó.
En las manifestaciones, otros dirigentes como el secretario de Organización del Sindicato Único Nacional de los Trabajadores de la Construcción Yamir Córdoba; y Mario Almanza, del sector educativo, instaron al Ejecutivo a acatar las leyes y monitorear con transparencia la salida del país de First Quantum.
También exigieron atender a los trabajadores que perderán su empleo y a las comunidades originarias donde está enclavada la mina por los daños creados a su hábitat.
Recientes informes del Centro de Incidencia Ambiental (CIAM) dieron cuenta de los peligros existentes en el cierre de Minera Panamá, los cuales no han sido revelados por el Gobierno.
Para la entidad hay carencia de una hoja de ruta clara para el cierre y los peligros asociados en ese lugar donde no hay movimiento de trabajadores ni maquinaria en el sitio.
Asimos el estudio arrojó la presencia de un tajo en la mina donde se observa una acumulación de agua con un azul intenso, similar al del sulfato de cobre (sulfato cúprico hidratado).
Además, que algunas paredes del tajo muestran señales de reacción con la lluvia y el aire circundante, y se pueden observar manchas cobrizas-amarillentas.
Según el documento, esta situación sugiere la posibilidad de la formación de drenajes ácidos con alto contenido de hierro y azufre en la zona, lo que podría contaminar las aguas superficiales y subterráneas del lugar.
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