En declaraciones a la Televisión Pública de Angola señaló que fue elaborada la acusación debido a la mala gestión de la petrolera estatal Sonangol en 2016 y 2017, la cual fue notificada a las partes y, después del periodo establecido en la legislación, será enviada al tribunal.
De acuerdo con información difundida por medios de prensa locales, Dos Santos es acusada de 11 delitos, entre ellos malversación, fraude cualificado, abuso de poder, falsificación de documentos, asociación criminal, tráfico de influencias, blanqueo de capitales y fraude fiscal.
Tales manejos, según la Procuraduría, causaron pérdidas al Estado valoradas en más de 208 millones de dólares por sueldos indebidamente pagados, ventas a pérdida, fraude fiscal y pagos fraudulentos a empresas.
Además de la hija del expresidente angoleño José Eduardo Dos Santos, están implicados su amiga y socia comercial Paula Oliveira, su antiguo gestor y amigo Mário Leite da Silva, su antiguo director financiero en Sonangol Sarju Raikundalia y la consultora Pricewaterhouse Coopers (PwC).
Entre las irregularidades detectadas en la investigación refieren que mientras ejercía la presidencia del Consejo de Administración de Sonangol, la empresaria llevó adelante un esquema de gestión paralelo y contratos firmados con empresas vinculadas a ella, a través de los cuales se realizaron pagos ilegales.
La víspera, en entrevista para Radio Essencial, Dos Santos afirmó ser víctima de una persecución política y aseguró que la corrupción en la petrolera estatal no ha sido debidamente investigada, pues hay casos muy escandalosos de antiguos directivos que permanecen sin abordar por las autoridades.
También garantizó que responderá a las acusaciones contra ella en el plazo establecido.
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