Por Yosbel Bullaín
Corresponsal jefe en Nicaragua
La jefa de Estado recordó recientemente que su propuesta surgió del corazón de las calles y fue elevada al poder político a través de un verdadero y limpio proceso democrático.
“Soy el testimonio fiel de la determinación de un pueblo por superar su Estado de atraso y pobreza que carga con el peso de la deuda pero que, por mayoría, ha elegido vencer y construir sin temor la igualdad y la justicia”, expresó.
Los primeros dos años de gestión gubernamental transcurrieron entre logros y obstáculos como campañas mediáticas y acciones desestabilizadoras del llamado bloque de la oposición ciudadana que pusieron a prueba el compromiso con el proceso de refundación.
La presidenta enfrentó una profunda crisis económica, desigualdad, violencia y corrupción, males heredados tras 13 años de Gobiernos neoliberales.
El deterioro de las finanzas públicas en todas las esferas gubernamentales, considerado como el más alto nivel de endeudamiento conocido en la historia hondureña, además de los más de seis millones de personas sometidas a la pobreza extrema, fueron otras de las problemáticas heredadas.
“Puedo afirmar que Honduras estaba condenada al fracaso y a la desarticulación de haber seguido la senda por la que se nos arrastró durante los últimos 13 años”, aseguró la mandataria.
Recordó que el pueblo hondureño fue golpeado por años con medidas y políticas neoliberales privatizadoras que sin piedad lo castigaron con corrupción, violencia y pobreza.
“Honduras es el Estado más pobre y desigual de América Latina, el golpe de Estado del 2009 solo profundizó el sistema de privilegios, 600 por ciento aumentó la deuda, pasó de tres mil millones de dólares en el 2009 a 20 mil millones de dólares en el 2021, mientras la pobreza creció exponencialmente”, subrayó.
NECESIDAD DE UN CAMBIO
Teniendo en cuenta lo anterior, se hacía necesario un cambio de una política más cercana en las problemáticas de la población hondureña y en cómo solucionarlas.
De ese modo, el Ejecutivo comenzó a desarrollar varias acciones desde al ámbito social y político, con el propósito de devolver al pueblo lo arrebatado por las administraciones neoliberales.
Con esa perspectiva resalta entre las primeras promesas cumplidas la garantía del servicio eléctrico de manera gratuita a más de un millón de personas que viven en la pobreza y consumen menos de 150 kilowatts/mes.
Buscar opciones para garantizar una educación de calidad y sin costo a niños y jóvenes, construcción y reparación de escuelas y hospitales, además de subsidiar los precios de los combustibles, también formó parte de la agenda del Ejecutivo del país centroamericano.
“Invertir en la educación y la salud en las escuelas y hospitales no es un gasto sino la inversión más inteligente y justa que podemos hacer para nuestro pueblo”, afirmó la primera mujer presidenta de Honduras.
Castro derogó, entre otras, la ley de empleo por horas que precarizaba el trabajo y agudizaba el tema de la pobreza, pues según datos oficiales, con dicha normativa implementada durante el mandato de Porfirio Lobo, el nivel de penuria en Honduras pasó del 53 al 73 por ciento.
Otro de los logros resulta la implementación del programa Red Solidaria, el cual beneficia a miles de familias de más de dos mil aldeas del país de los pinos, iniciativa calificada como integral por el Gobierno.
Mediante ese proyecto social, un total de 330 mil familias recibieron apoyo y se entregaron más de 103 mil 600 becas estudiantiles.
Aún quedan varios temas pendientes que, a decir de las autoridades, son vitales para garantizar el ordenamiento que necesita el país, como la ley de Justicia Tributaria.
La primera mandataria hondureña, en uno de sus más recientes discursos, instó al Congreso Nacional a analizar los beneficios de esa normativa como principio de equidad, pues todos deben de pagar impuestos.
Otro asunto pendiente es la llegada al país de la comisión internacional contra la corrupción y la impunidad, para lo cual han recibido varias visitas de expertos de la ONU tras la firma de un memorando en diciembre de 2022.
RESPALDO POPULAR
El respaldo popular hacia la presidenta Xiomara Castro se evidenció desde el mismo triunfo de las elecciones generales de noviembre de 2021, cuando demostraron qué modelo de nación querían.
Recientemente, durante la celebración del segundo aniversario de esa victoria, miles de hondureños volvieron a ratificar el compromiso con la máxima líder del país de los pinos.
“Estamos muy contentos como población porque vemos una Honduras diferente, con muchos cambios, una Honduras que sobresale en el nivel internacional”, manifestaron algunos hondureños previo a esa movilización.
Los seguidores de Xiomara Castro y del gobernante Partido Libertad y Refundación (Libre), se trasladaron desde varios puntos del país hacia la capital, para mostrar su apoyo al proyecto de refundación.
“Estamos aquí con nuestras energías para seguir luchando por nuestros derechos que fueron arrebatados por la narcodictadura de Juan Orlando Hernández”, expresó una de las asistentes a la movilización.
El ministro de la presidencia de Honduras, Rodolfo Pastor, llamó al pueblo a mantener la unidad en respaldo a Xiomara Castro, e instó a seguir dando la batalla y mantener la capacidad de organización.
“Qué bonito volver a marchar juntos por las calles que conquistamos en la lucha, qué bonito celebrar la victoria popular del pueblo al que nos debemos, qué importante recordar las raíces del movimiento popular que derrotó a la dictadura, recuperó la democracia y hace revolución”, escribió Pastor en la red social X.
Al intervenir en ese acto, la dignataria también pidió al pueblo mantenerse movilizado este año y apoyar a la junta directiva del Congreso Nacional y el proyecto de la ley de Justicia Tributaria.
“Pueblo hondureño, para defender nuestros triunfos y garantizar que las próximas elecciones sean libres y transparentes, debemos mantenernos en movilización”, manifestó Castro.
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