Se trata de la X Conferencia de las Partes (COP10) del Convenio Marco para el Control del Tabaco, con participantes de 180 países; y luego la tercera conferencia de seguimiento del Protocolo para la Eliminación del Comercio Ilícito de Productos de Tabaco (MOP3), esta última con asistencia de delgados de casi 70 naciones.
La COP10, que se extenderá hasta el venidero sábado, tiene como objetivo examinar la aplicación del Convenio Marco para el Control del Tabaco y tomar decisiones que influirán en las políticas públicas de muchos países.
Las conclusiones adoptadas durante esa cita no serán vinculantes, pero tendrán un impacto significativo como orientación para las políticas nacionales.
Expertos alertan que mientras se desarrollan este tipo de intercambios y decrece el número de fumadores a nivel planetario, la industria tabacalera se esfuerza por revertir esa situación.
Diversos estudios de la OMS calculan que el tabaco es causa de muerte de más de ocho millones de personas por año en el mundo, incluyendo 1,3 millones de fumadores pasivos expuestos al humo de otros.
Sin embargo, estiman que la lucha contra el tabaquismo carece de la prioridad que debería tener.
“La industria tabacalera está intensificando sus esfuerzos para socavar estos avances, en particular dirigiendo nuevos productos muy adictivos a los menores de edad”, afirmó la OMS en un reciente comunicado.
En ese sentido, la COP10 tiene en agenda asuntos como la publicidad, promoción y auspicios de la industria, así como sobre productos emergentes de tabaco, entre otros.
Los cigarrillos electrónicos, cuyo consumo aumenta principalmente entre jóvenes, es un tema que también abordan las partes en estos encuentros.
Al concluir la COP10 comenzará la tercera conferencia de seguimiento del Protocolo para la Eliminación del Comercio Ilícito de Productos de Tabaco (MOP3).
Este protocolo, en vigor desde el 25 de septiembre de 2018, forma parte del Convenio Marco y busca acabar con la fabricación ilegal y el contrabando de productos de tabaco.
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