Al respecto, el ministro del ramo, Joe Phaahla, dijo que si bien existen limitaciones presupuestarias en relación con el empleo de médicos que desean permanecer en el servicio público después de completar el servicio comunitario, el Ministerio trabaja constantemente para abordar ese problema.
Estamos haciendo todo lo posible, trabajando con los ministerios de Salud provinciales para movilizar recursos y financiar puestos vacantes, especialmente en centros de salud en comunidades desatendidas, agregó.
A partir de ahora, reveló, todos los graduados que eran elegibles para realizar prácticas han sido colocados. Del mismo modo, todos aquellos que terminaron la pasantía y eran elegibles para comenzar el servicio comunitario fueron empleados.
En ese contexto, sostuvo, “apreciamos el hecho de que hay muchos médicos que ahora están registrados para ejercer de forma independiente y prefieren permanecer en el servicio público”.
Hace un año, recordó, el sindicato ramal presentó una lista de 825 médicos desempleados.
Desde entonces, dijo, el Ministerio ha descubierto que, de ellos, 694 acababan de completar su servicio comunitario el 31 de diciembre de 2023. La mayoría de ellos han solicitado puestos de médico en las distintas provincias.
Al referirse al aspecto económico del trabajo público de los jóvenes médicos, Phaahla también se refirió al alto coste del empleo, que en algunos casos puede llegar hasta el 65 por ciento de los presupuestos anuales provinciales.
En ese aspecto, destacó como los aumentos salariales del 7,5 por ciento y beneficios como las horas extras presionan al fisco.
Según el Ministro, un médico de servicio comunitario principiante gana alrededor de 1,2 millones de rand al año (algo más de 64 mil dólares), mientras que un especialista jefe puede ganar tres millones de rand anuales (158 mil dólares).
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