Según el diario The Washington Post el pedido ocurrió tras una reunión de esos grupos este jueves con el presidente Joe Biden.
Una iniciativa demócrata sobre el voto se estancó en el parlamento, luego que tribunales fallaron contra esos esfuerzos.
En un comunicado tras la reunión sobre el derecho al voto, la Casa Blanca informó que Biden y la vicepresidenta Kamala Harris reiteraron que seguirán presionando para que el Congreso apruebe una legislación crítica que proteja el derecho al voto y combata la subversión del proceso electoral.
En la reunión, los líderes de los derechos civiles abordaron aspectos sobre la legislación del derecho al sufragio y la reforma policial, describiendo a Estados Unidos como un estado de emergencia.
En la cita fueron abordadas las leyes de voto restrictivas impuestas este año en estados como Georgia y Florida, y una reciente sentencia del Tribunal Supremo de Justicia, que confirmó las limitaciones del sufragio en Arizona.
Según Marc Morial, presidente y director general de la Liga Urbana Nacional, uno de los participantes en el encuentro con Biden, ‘la democracia está bajo un ataque vigoroso, vicioso y siniestro’.
Sin ampliar en el contenido del encuentro, algunas fuentes pusieron énfasis en que el parlamento apruebe una legislación y prometieron utilizar el verano para construir un movimiento contra las restricciones promulgadas por los estados controlados por los republicanos.
Una reseña del diario The Hill señaló que no hay un camino claro para la legislación federal sobre el derecho al sufragio después de que los republicanos del Senado bloquearan el mes pasado la consideración del For the People Act, un proyecto de ley que revisaría drásticamente las leyes electorales del país.
La urgencia entre los defensores aumentó aún más la semana pasada cuando el Tribunal Supremo se pronunció de nuevo sobre el derecho al sufragio , esta vez confirmando un par de protocolos de voto restrictivos de Arizona.
Los líderes de los derechos civiles presionaron durante los primeros meses del gobierno de Biden, involucrando a los legisladores no sólo en el derecho al voto sino también en la reforma policial, otra prioridad legislativa de los demócratas.
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