En esta jornada estaba previsto que Henry entregara su cargo, pero de no ser así en las próximas horas las revueltas continuarán, y Washington, con su respaldo estaría perpetuando la situación de caos que vive el país caribeño, según vaticinan medios locales.
Eric Stromayer, encargado de negocios de Estados Unidos en Haití, expresó a la emisora Caribbean FM que su gobierno renovó su apoyo inquebrantable a Henry.
Stromayer invitó a los actores políticos a dialogar con el jefe de Gobierno, repitiendo que «Ariel Henry se irá después de las elecciones», única manera posible de poner fin a esta transición, que ha durado demasiado tiempo.
En ese contexto, el líder del Sector Democrático y Popular, André Michel vaticinó que no habría transferencia de poder el 7 de febrero, porque nunca fueron celebradas elecciones.
Por tal motivo era imposible que Henry dejara el poder por el momento, comentó el opositor radical en una entrevista en Radio Magik 9.
“El Estado haitiano no está en condiciones de garantizar la seguridad en toda la nación. Hay jefes de bandas que controlan una gran parte del país, y no es posible llevar a cabo comicios generales en esta situación. Por eso pedimos una fuerza internacional”, expresó Michel quien instó a Henry a continuar con el diálogo político.
Este 7 febrero podría pasar a la historia como un día igual a cualquier otro, alimentando la incertidumbre política en Haití, comentó Michel.
El 21 de diciembre de 2022 fue firmado un acuerdo en el que se subraya que Henry permanecería 14 meses en su cargo, el cual entregaría el 7 de febrero del año en curso.
Este debía formar un nuevo gobierno, establecer un Consejo Electoral Provisional y asumir la organización de las próximas elecciones.
Ante su silencio sobre el asunto y la ausencia de una actitud que complazca a sus detractores, los opositores comenzaron a promover protestas.
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