Gnecco, actualmente en detención domiciliaria, fue condenado por los delitos de contrato sin cumplimiento de requisitos legales y peculado por apropiación agravada por los vicios en este convenio que se suscribió por 17 mil 145 millones de pesos en 2015 (unos cuatro mil 296 millones de dólares al cambio actual).
De acuerdo con la Corte, Gnecco omitió las labores de supervisión del contrato que se entregó a la Fundación Kabala que representadba en ese entonces María Angélica Araújo Noguera; y a la Asociación de Manipuladoras de Alimentos del Cesar de Ibis del Carmen Rosado.
Además, añadió el alto tribunal, el entonces gobernador permitió que un tercero se apropiara indebidamente de un monto cercano a los mil 500 millones de pesos, unos 376 millones de dólares.
«Nada se dejó al azar: la irregularidades en el trámite del contrato, la deficiencia de los estudios previos, el fraccionamiento de la contratación, la incorrecta estructuración del presupuesto que dio lugar a los sobrecostos, su celebración a pesar de todo esto y su liquidación sin contar con los soportes e información», señaló la Corte.
En una audiencia el 18 de marzo, Gnecco, quien se encuentra en prisión domiciliar conocerá su sentencia por los delitos de contrato sin cumplimiento de requisitos legales y peculado por apropiación.
Su abogado José Luis Barceló pidió que no se ordene su reclusión en un centro carcelario, y que pueda cumplir su condena en detención domiciliaria.
El exgobernador forma parte del llamado clan Gnecco, una familia que ha manejado el poder en el citado departamento, uno de los que tiene mayores niveles de desnutrición en el país.
De acuerdo con cifras del Instituto Nacional de Salud, entre enero y septiembre del 2015, 14 niños murieron por desnutrición en ese territorio.
Varios miembros de este clan tienen un historial de corrupción, asesinatos, incursión ilegal en la política y señalamientos de vínculos con el paramilitarismo.
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