Los fiscales Rafael Vela, coordinador del equipo acusador de esos casos, y José Pérez, integrante del mismo, hicieron la declaración en una conferencia con la prensa extranjera.
Señalaron que los ataques en su contra evidencian los tentáculos de esa organización en los ámbitos político y mediático, así como en el Poder Judicial y en el propio Ministerio Público.
Comentaron así los ataques e imputaciones de que son objeto, a partir de declaraciones de Jaime Villanueva, exasesor de la suspendida fiscal de la Nación, Patricia Benavides, que incluyen acusaciones contra los dos fiscales.
Pérez fue más contundente y sostuvo que la principal afectada por la labor de los fiscales, la dirigente neoliberal Keiko Fujimori -que usa las declaraciones de Villanueva para pedir el retiro de Vela y Pérez de su caso-, tomó el control del Ministerio Público con el ascenso de Benavides al cargo.
Vela señaló que las investigaciones del equipo que integran estaban en su punto más alto, hasta que fueron interrumpidas por el confinamiento durante la pandemia de Covid-19, entre otros factores.
Como lo que más favorece a la corrupción es el paso del tiempo, explicó, la llamada mafia se recompuso, contando con el apoyo de la mayoría parlamentaria y con medios de prensa a su servicio, que a diario apelan a noticias falsas y ataques contra los fiscales.
Entre lo alcanzado por los intereses vinculados a la corrupción, mencionó la hostilización a los fiscales anticorrupción por el titular del organismo de control interno, Juan Fernández Jerí, por órdenes de Benavides, según Pérez y Vela.
Ahora se intenta convertir la investigación a Benavides en un caso contra los fiscales, indicaron.
Además, Vela está suspendido por ocho meses por criticar un fallo judicial que interrumpió la prisión preventiva dictada por un juez para Keiko Fujimori y los siete cambios de jueces que debían decidir sobre su apelación contra la medida, hasta que el último la rechazó, apenas asumió la tarea y nuevas pesquisas a él y a Pérez.
Pérez insistió en que el objetivo de la arremetida contra los fiscales tiene el objetivo de echar por tierra las investigaciones y juicios a expresidentes y dirigentes políticos por presunta corrupción, lo que implica retirar a los fiscales de esos casos.
Para Vela, la hostilidad de que son objeto tiene el objetivo de cansar a los fiscales hasta que renuncien y, según Pérez, sus detractores buscan destituirlos, además, como un mensaje a quienes los reemplacen, de lo que les pasará si actúan como sus antecesores.
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