Según la revista científica la investigación abre una nueva vía para las terapias contra las formas más severas de la enfermedad.
Esto se debe a la persistencia de la citoadhesión de los eritrocitos infectados, pese a que los parásitos existentes en los glóbulos rojos estén muertos.
Las conotoxinas –afirman los expertos- tienen la capacidad de interrumpir las interacciones proteína-proteína y proteína-polisacárido.
La estabilidad molecular, el pequeño tamaño, la solubilidad, la administración intravenosa y la ausencia de respuesta inmunogénica hacen de las conotoxinas unas candidatas excelentes para la terapia de bloqueo, detalló el artículo deL Journal of Proteomics.
Asimismo, la interrupción de las interacciones proteína-proteína por parte de las conotoxinas es una extensión de su conocida acción inhibidora en muchos canales y receptores iónicos.
La Organización Mundial de la Salud aplica el término malaria grave cuando aparece disminución del nivel de conciencia, signos neurológicos, disfunción renal, shock/hipotensión, sangrado, coagulación intravascular diseminada, ictericia, edema pulmonar, hipoxia y acidosis.
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