Rowley mostró su descontento con un comunicado emitido por diplomáticos extranjeros, en el que desconocen al primer ministro interino, Claude Joseph, en favor de Ariel Henry, designado para el cargo por el mandatario asesinado, Jovenel Moïse, y dan indicaciones para la formación del Gobierno, y obvian la voluntad de los haitianos y el rol del bloque regional.
Haití es un miembro de pleno derecho de Caricom (…) y esta falta de reconocimiento y participación es un insulto para todos nosotros, viniendo de aquellos que se autodenominan el ‘Grupo Central’, dijo.
‘Con nuestras propias acciones de inclinarnos y arrodillarnos ante aquellos que nos ven como indignos e irrelevantes, hemos contribuido continuamente a nuestra propia desaparición. O somos una Caricom respetable o somos vasallos aduladores que merecen tal falta de respeto’, publicó en su página de Facebook.
Sostengo con mis colegas y hermanos que podemos ser pequeños, pero nunca debemos aceptar ser insignificantes e intrascendentes, añadió el expresidente de la Comunidad del Caribe.
El 5 de julio Moïse nombró a Henry primer ministro de Haití mediante decreto, pero el magnicidio impidió su investidura para el cargo, por lo que Joseph continuó al frente del Gobierno con el reconocimiento de la Organización de Naciones Unidas (ONU).
La víspera, los embajadores Estados Unidos, Francia, España, Brasil, Alemania, Canadá, la Unión Europea y representantes de la ONU y de la Organización de Estados Americanos ante Puerto Príncipe se pronunciaron a favor del reconocimiento a Henry como primer ministro.
Los diplomáticos, agrupados en el Core Group (Grupo Central), son considerados facilitadores para la estabilidad haitiana, sin embargo, en la práctica influyen en las decisiones políticas sobre la nación caribeña, conducta que analistas consideran de injerencista.
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