Entrevistado por Bolivia TV, Pary enfatizó que hubo intervención de varias naciones en los asuntos internos de su país y eso no es aceptable.
El diplomático recalcó que el ingreso de material bélico violó tratados internacionales y la Constitución Política del Estado.
Ayer el ministro de Gobierno boliviano, Eduardo del Castillo, mostró a la prensa parte de las municiones enviadas por los exmandatarios Mauricio Macri (Argentina) y Lenín Moreno (Ecuador) tras el golpe de Estado contra el expresidente Evo Morales en noviembre de 2019, las cuales fueron halladas en los depósitos de la Policía Boliviana.
Del Castillo precisó que el 13 de noviembre de ese año fueron ingresados a suelo boliviano, procedentes de Argentina, cerca de 27 mil cartuchos de perdigones de goma, 28 gases aerosol MK-4, 19 gases aerosol MK-94, y decenas de granadas de gas de diferentes tipos.
A partir de la norma legal vigente, el titular de Gobierno acusó de tráfico ilícito de armas a los excomandantes de la Policía Boliviana y la Fuerza Aérea, Yuri Calderón y Jorge Terceros, respectivamente, así como al exembajador de Argentina en Bolivia, Normando Álvarez.
Al respecto el pasado domingo el ministro de Defensa argentino, Agustín Rossi, afirmó que se identificó la firma de Macri en los documentos del envío de material bélico.
Macri fue imputado el viernes último de contrabando agravado por enviar equipamiento militar para apoyar la represión en Bolivia tras el golpe de Estado perpetrado contra Evo Morales.
De acuerdo con el embajador boliviano ante la Organización de Estados Americanos, Héctor Arce, la cooperación de algunos países conservadores contra un gobierno legalmente constituido y revolucionario en Bolivia ‘es un antecedente terrible y nefasto en la lucha por los derechos humanos’.
Para el diplomático, ‘lo sucedido puede considerarse una restitución del denominado Plan Cóndor, una campaña de represión política y de terrorismo de Estado respaldada por Estados Unidos en los años 70 del pasado siglo’.
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