Acompañada de sus hijos llegó al Museo Nacional del Panteón Haitiano, vestida de negro, un collar de perlas y cabestrillo en su brazo derecho, para una íntima ceremonia sin público ni prensa.
En el emblemático sitio, recibió las condolencias de diversas personalidades, entre ellas el expresidente Michel Marthelly, representantes de organismos internacionales como Naciones Unidas y embajadores de varios países.
Martine regresó el pasado sábado de Estados Unidos, donde fue atendida por las heridas de bala y se sometió a una intervención quirúrgica.
Aún no ofreció declaraciones, aunque en su más reciente mensaje en las redes sociales anunció que costeará los funerales nacionales sin contar con el financiamiento del Tesoro.
Las honras fúnebre se celebrarán el viernes en Cabo Haitiano, segunda ciudad del país, y muy cercano a Trou du Nord, lugar de nacimiento de Jovenel Moïse.
Este miércoles una protesta de solidaridad con la pareja presidencial se tornó violenta, y durante los hechos se registró al menos un fallecido, de acuerdo con medios locales.
Los manifestantes exigieron justicia para el presidente asesinado, mientras alabaron las acciones de Moïse en especial para los campesinos de la zona.
Poco antes, el director de la Policía, León Charles, visitó Cabo Haitiano como parte de los preparativos de los funerales nacionales, sin embargo fue emplazado por un grupo de activistas progubernamentales y de la oposición, que lo acusaron de formar parte del complot del magnicidio.
Las autoridades arrestaron a 26 personas presuntamente vinculadas al asesinato, entre ellas, 18 colombianos, cinco estadounidenses de origen haitiano y dos policías.
msm/ane