La investigación, realizada por expertos del Instituto de Física Atmosférica de la Academia China de Ciencias y la Oficina Meteorológica de Reino Unido, señaló que desde el agua potable hasta la energía hidroeléctrica, la cantidad de lluvia y el momento en el cual llega, tendrá impactos significativos en la sociedad y el medio ambiente.
A partir de simulaciones y proyecciones de los modelos climáticos más avanzados, los científicos descubrieron que, en un mundo cada vez más caliente, las regiones climatológicamente húmedas no sólo aumentarán esa cualidad, sino también su variabilidad, con mayores diferencias entre condiciones húmedas y secas.
‘La amplificación de la versatilidad de las precipitaciones manifiesta el hecho de que el calentamiento global está haciendo que nuestro clima sea muy desigual: más extremo tanto en condiciones de humedad como de sequía, con transiciones amplias y probablemente más rápidas entre ellas’, puntualizó ZHOU Tianjun, científico de la Academia China de Ciencias y autor del estudio.
Por esas causas, añadió, cerca de dos tercios de la Tierra se enfrentarán a un hidroclima ‘más húmedo y más cambiante, mientras que las regiones terrestres restantes serán más secas, pero más o menos variables.
Con esa clasificación de los diferentes regímenes de cambio de las precipitaciones, autoridades de cada país podrán realizar la planificación de la adaptación regional, lo cual podría traducirse en impactos sobre el rendimiento de los cultivos y los caudales de los ríos, concluyeron los especialistas.
Recientemente, la Organización Meteorológica Mundial (OMM) advirtió que las sequías, tormentas e inundaciones dominan la lista de catástrofes climáticas de los últimos 50 años, tanto en pérdidas humanas como económicas.
‘Entre los 10 principales siniestros registrados durante ese período, las sequías ocasionaron 650 mil muertes y pérdidas de alrededor de 521 mil millones de dólares en todo el mundo’, indicó un informe de la OMM.
Por otro lado, las tormentas fueron causantes de 577 mil 232 fallecimientos y pérdidas por valor de 115 mil millones de dólares, mientras las inundaciones provocaron 58 mil 700 defunciones.
Dichas cifras muestran que, durante esas cinco décadas, los riesgos meteorológicos, climáticos e hídricos representaron el 50 por ciento de todas las catástrofes (incluidos los accidentes tecnológicos), el 45 por ciento de todas las muertes registradas y el 74 de las pérdidas económicas a nivel global.
Al respecto, el secretario general de la OMM, Petteri Taalas, dijo que los peligros relacionados con el tiempo, el clima y el agua aumentan en frecuencia e intensidad como consecuencia del cambio climático.
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