Durante los últimos tres días, las llamas devoraron miles de hectáreas de bosques de pinos, robles y cedros y amenazaron con seguir hacia la provincia siria de Homs.
El fuego comenzó en la septentrional provincia libanesa de Akkar y se extendió en todas direcciones avivado por los vientos, señaló el ministro interino de Agricultura, Abbas Mortada. Los incendios estaban fuera de control en la región de Jabal Akroum que colinda con Siria, destacó un informe de la Agencia Nacional de Noticias.
Según ese reporte, las llamas se expandieron hacia cultivos y zonas habitadas que obligaron a la evacuación de decenas de personas.
Hasta el momento, no hay una estimación oficial del tamaño del área afectada.
El Ejército envió dos helicópteros que ayudan a mitigar las candeladas, pero son insuficientes, de acuerdo con los expertos.
Depositamos nuestras esperanzas en la asistencia de Chipre, Grecia y Siria, apuntó Mortada.
La incapacidad del Gobierno para contener los incendios forestales se hizo notoria en octubre de 2019 cuando un fuego en la regiòn de Chouf dos décadas para recuperarse.
En la percepción popular, aquel siniestro fue uno de los desencadenantes de una insubordinación civil masiva que demandaba cambios en la cúpula gobernante.
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