Al celebrar el centenario de la Casa Amarilla como sede del Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto, el mandatario afirmó que ese emblemático edificio ha sido testigo del accionar de la diplomacia costarricense durante los últimos 100 años.
‘Este edificio simboliza los valores superiores de nuestra democracia. Representa la lucha por la paz, por el cambio climático, por la democracia, por los derechos de las personas más vulnerables, refugiados, migrantes y por las personas perseguidas’, apuntó Alvarado.
Durante la ceremonia, los participantes realizaron un recorrido histórico de la Casa Amarilla 1921-2021 por parte del historiador, embajador y director del Instituto del Servicio Exterior, Jorge Sáenz.
Asimismo, firmaron el decreto ejecutivo que permite al Instituto Diplomático del Servicio Exterior Manuel María de Peralta, denominarse en adelante Academia Diplomática Manuel María de Peralta’.
En el acto por el centenario de Casa Amarilla, Álvar Antillón y Édgar Ugalde recibieron las distinciones de Embajadores eméritos de la República de Costa Rica, con lo cual se les reconocen los ‘servicios excepcionalmente valiosos y distinguidos’.
La sede de la diplomacia costarricense, en el centro de San José, fue construida originalmente para alojar a la Corte de Justicia Centroamericana, cuyo nombre fue Palacio de la Paz Centroamericana, el primer tribunal internacional permanente del mundo, primero también en jurisdicción en materia de derechos humanos.
La Corte había iniciado labores en 1908 y tras caducar en 1918 la Convención por la cual fue creado el citado Tribunal, Casa Amarilla sirvió como despacho de la Presidencia de la República (entre 1919 y 1921) y el 9 de agosto de 1921 se trasladó a este recinto, también, la Secretaría de Estado de Relaciones Exteriores.
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