En los últimos días de campaña electoral 16 candidatos recorrieron sus bases territoriales para recabar apoyo de los pobladores en la competencia, en la cual solo dos aspirantes parecen concentrar las posibilidades reales de triunfo: Lungu, del Frente Patriótico (PF) y el opositor, Hakainde Hichilema, del Partido Unido para el Desarrollo Nacional (UPND).
Desde el mes pasado diversos pronósticos basados en sondeos favorecían al mandatario, aunque sus críticos consideraron inexactos los métodos aplicados para la obtención de los datos y otros estudios indicaron una merma del apoyo popular al PF durante los últimos años.
Por su parte, Hichilema, economista y hombre de negocios, quien perdió las elecciones desde 2006, va a la consulta con el criterio de que los desafíos enfrentados por el país, como la deuda externa y la baja en los mercados internacionales del precio del cobre -de vital importancia para el país-, polarizarán a su favor al electorado.
El mensaje del candidato de recuperación económica atrae a gran parte del segmento juvenil urbano desempleado y afectado por el aumento del costo de la vida.
En el cierre de su campaña el domingo el aspirante opositor señaló en un mitin en la localidad de Mwinilunga, provincia del Noroeste, que una de sus prioridades será reducir el precio de los alimentos.
Desde su victoria en agosto de 2016, que dio paso a su segundo mandato, Edgar Lungu potenció la inversión en infraestructuras: se construyeron hospitales y escuelas, así como repararon muchas carreteras, pero todo eso incrementó la deuda externa de más de 12 mil millones de dólares.
El presidente prometió que de ser reelecto dedicará su próximo mandato a reactivar las industrias locales y reducir el nivel de desempleo en la población zambiana.
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