Los parlamentarios enviaron una carta a la presidenta de la Cámara baja, Nancy Pelosi, en la que sostienen que sus distritos no pueden esperar a que el gasto en infraestructuras de 1,5 billones de dólares salga adelante.
El grupo exige que el proyecto de ley bipartidista del Senado se apruebe este mes, o no apoyarán la resolución presupuestaria, una amenaza con verdadero peso dada la escasa mayoría azul en la Cámara baja y la oposición unánime de los republicanos al proyecto presupuestario del Senado.
‘El país reclama inversiones en infraestructuras y soluciones bipartidistas con sentido común’, dice la carta citada por el diario The Hill.
El grupo de nueve demócratas moderados dijeron que no votarán a favor de la resolución presupuestaria destinada a allanar el camino para la aprobación de un paquete de políticas sociales de 3,5 billones de dólares a finales de este año hasta que se apruebe en la Cámara un proyecto de ley de infraestructuras del Senado.
Un informe del diario The New York Times señaló que esa posición supone una importante brecha que amenaza el esfuerzo cuidadosamente coreografiado y de doble vía de los demócratas del Congreso y el gobierno de Biden para promulgar tanto un acuerdo bipartidista de infraestructuras como una medida de política social.
Los nueve miembros de la Cámara son más que suficientes para bloquear la consideración del proyecto de presupuesto en un foro en la que los demócratas tienen una mayoría de tres escaños.
El Senado aprobó el proyecto de ley de infraestructuras el martes con 69 votos, incluidos 19 republicanos, y posteriormente, en una votación de línea de partido a primera hora del miércoles, una resolución presupuestaria de 3,5 billones de dólares que, debe ser aprobada por la Cámara.
Eso, según expertos, permitiría a los demócratas de ambas cámaras elaborar el proyecto de ley de política social este otoño sin temor a un filibusterismo republicano en el Senado.
Mientras tanto, Pelosi llamó a la Cámara de Representantes para que regrese pronto de su receso de verano y considere la resolución presupuestaria la semana del 23 de agosto.
Mientras, los liberales temen que, una vez firmada la ley de infraestructuras, los demócratas moderados de la Cámara y el Senado retiren su apoyo a la medida de política social de gran alcance, lo que llevaría a la ley de infraestructura a un punto muerto y no se aprobaría.
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