Después de una escala previa en Uzbekistán los cerca de 500 evacuados lograron escapar de un escenario descrito como caótico por la prensa internacional.
El ejército talibán entró el domingo en Kabul, capital afgana, tras conquistar las principales ciudades en solo siete días.
Luego de la salida de las tropas de Estados Unidos los insurgentes avanzaron en una ofensiva que culminó con la toma del poder político en la nación islámica.
El nuevo escenario generó preocupación en muchos gobiernos que decidieron evacuar a su personal pese a declaraciones de los líderes talibanes sobre garantías de seguridad para los ciudadanos y las misiones diplomáticas.
Por otra parte la victoria insurgente despertó incertidumbre sobre la capacidad de respuesta de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) ante situaciones de crisis.
El presidente checo, Milos Zeman, afirmó la víspera que Estados Unidos perdió su prestigio como líder mundial al salir de la nación asiática, y agregó que lo ocurrido allí genera dudas sobre la legitimidad de la OTAN, según el sitio digital Parlamentní listy.
Antes el candidato oficialista a las elecciones generales de Alemania, Armin Laschet, calificó el repliegue de las tropas occidentales de Afganistán como la mayor debacle para la alianza militar desde su creación en 1949.
Laschet, líder del partido Unión Demócrata Cristiana (CDU) de Angela Merkel y candidato a sucederla como canciller federal, instó a la OTAN a aprender de su fracaso en la nación asiática.
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