Enclavado en la cumbre homónima, entre nubes y pinares, la instalación se precia de una vista privilegiada de los volcanes Izalco y Santa Ana, así como del Lago Coatepeque, con sus peculiares aguas turquesa.
Este hotel, propiedad del Estado y arrendado a un turoperador local, tiene una veintena de habitaciones de diseño vanguardista, que reabrirán el mes próximo, con la meta de recibir una media de 80 mil visitantes al año.
El Cerro Verde fue erigido en 1957 a dos mil 50 metros sobre el nivel del mar, y durante años fue un referente turístico en este país, recién rescatado con una inversión superior al millón y medio de dólares.
Cada año, más de 100 mil personas visitan el Parque Nacional Cerro Verde, una cifra que el Ministerio de Turismo espera duplicar con la reapertura del icónico hotel.
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