Buscamos mecanismos para una aproximación que sirva a nuestros intereses, afirmó Maas momentos antes de una cita virtual con sus homólogos de varios países para abordar la situación en el país asiático.
El pueblo de Afganistán no tiene la culpa de que los talibanes se hicieran con el poder y no merecen que la comunidad internacional les dé la espalda, afirmó.
Más adelante el ministro germano habló sobre canalizar ayuda a través de la Organización de Naciones Unidas y entablar un diálogo para facilitar la salida de las personas bajo la responsabilidad de su gobierno en esa nación.
En esta jornada el Frente de Resistencia Nacional, grupo opositor que combate a los talibanes en la norteña provincia de Panjshir, tachó de ‘ilegal’ al gobierno instalado en Kabul, la capital afgana, y pidió a la comunidad internacional que no lo reconozca.
El anuncio de la formación de un ejecutivo de transición sin participación de otros grupos políticos y la violencia de la víspera contra manifestantes y periodistas no son señales que conduzcan al optimismo, afirmó Maas en su declaración, difundida por el Ministerio germano de Relaciones Exteriores.
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