La falta de actividad turística producto de la pandemia de la Covid-19 contrajo en un 29,7 por ciento las acciones constructivas y de desarrollo, y provocó la pérdida de más de 62 millones de empleos en viajes y turismo, precisó un informe de esa organización.
En la medida que el sector se encamina hacia la recuperación, es esencial comprender las prioridades para impulsar la inversión pública y privada con el fin de reconstruir la economía y desbloquear todo el potencial del sector de viajes y turismo, afirmó Julia Simpson, presidenta y directora ejecutiva de WTTC.
La inversión en la industria del ocio cayó de los 986 mil millones de dólares en 2019 a 693 mil millones de dólares en 2020, como consecuencia directa de la enfermedad.
Para recuperar ese volumen es necesario ofrecer un entorno eficaz, que incluya incentivos como una fiscalidad inteligente, políticas de facilitación de los viajes, diversificación, integración de la salud y la higiene, comunicación eficaz y una mano de obra cualificada y formada, precisó Simpson.
En su informe, el WTTC sostiene que gobiernos y destinos deben invertir –con participación del sector privado- en infraestructura física y digital, pero también en diferentes segmentos como el turismo de bienestar, médico, sostenible, de aventura, cultural, LGBTQI y accesible.
Plantea que para facilitar los flujos turísticos desde las grandes ciudades hacia los destinos secundarios y terciarios, son necesarias las intervenciones en infraestructuras físicas y la conectividad.
Ello significa mejorar la oferta de alojamiento –incluidas opciones para viajeros en solitario y familias- hoteles de calidad, mayores opciones de transporte con vuelos directos, carreteras y red ferroviaria de calidad y actividades recreativas.
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