Por tanto, el anuncio de que para el 15 de noviembre la isla abrirá sus puertas permite un atisbo de sonrisa tanto en los operadores de vacaciones como en el entramado de compañías que tienen relación de una u otra manera con este sector.
Sobre el particular, incluso la viceministra primera de Turismo de Cuba, María del Carmen Orellana, presentó recientemente en la ciudad rusa de San Petersburgo los productos de la isla para la próxima temporada alta a partir de noviembre.
Se trata de dar continuidad a planes iniciados con anterioridad este año, en los que los rusos pudieron descansar en sitios como Jardines del Rey, en particular Cayo Coco, en la porción centro-norte de la isla.
El anuncio de la apertura de noviembre permitió una previsión de recuperar al menos una parte de un turismo que por año recibió antes de la pandemia a más de cuatro millones de visitantes extranjeros, y estaba muy próximo a los cinco millones, como cifra récord.
Cuba refuerza los protocolos higiénico-sanitarios para la atención de viajeros internacionales que arriben al país a partir del 15 de noviembre, tras la decisión de abrir las fronteras y reiniciar la actividad turística, señalaron autoridades como garantía.
Desde dicho anuncio, el Gobierno trabaja en la reactivación de la planta hotelera, la captación de fuerza de trabajo y la búsqueda de insumos, porque se abrirá en un proceso gradual de desescalada, tal y como lo afirmó el ministro de Turismo cubano, Juan Carlos García.
Resaltó el titular, que se trata de un sector estratégico y así está definido en el Plan Nacional de Desarrollo Económico y Social hasta 2030, por el peso en las exportaciones del país y por su papel dinamizador para el resto de la economía.
A tal medida, se suma que todos los esquemas de vacunación (dosis cubanas) contra la enfermedad plantean que la isla llegará a más del 90 por ciento de la población inmunizada en noviembre.
Con la pandemia, ocurrió prácticamente una paralización total del arribo de visitantes en todo 2020, lo que significó de enero a agosto del corriente la entrada de 163 mil 743 mil turistas, dos millones menos que los recibidos en igual etapa del pasado año, y solo tres polos en operaciones: La Habana, Varadero y Cayo Coco.
Como detalle sustancial para esta reapertura, Cuba otorgó dos mil 259 certificados hasta la fecha a instalaciones hoteleras, que avalan la condición de turismo más higiénico y seguro, para garantizar el control de la enfermedad.
El ministro significó que si bien hay una flexibilización en los protocolos de entrada al país, los implementados en el sector se refuerzan, lo cual permitirá controlar la enfermedad generada por el SARS-CoV-2, junto al avance en la vacunación masiva a nivel nacional.
Ahora solo resta esperar la paulatina recuperación, a partir de las respuestas de los mercados tradicionales como Canadá y Europa, y los mecanismos que permitan un retorno del turismo a esta isla, peligroso por los tiempos que corren, pero sumamente necesario para la propia existencia de la nación.
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