De acuerdo con el Departamento de Defensa, 580 miembros de las Fuerzas Armadas cometieron suicidio el año pasado, lo que representa 76 personas más que en el 2019.
Aun así, la cifra del 2020 es inferior a la registrada en 218, cuando 543 soldados se quitaron la vida.
El informe muestra a Alaska como el estado que mayor número de suicidios reportó en el 2020, con seis casos en los primeros cinco meses del año.
De acuerdo con la publicación digital The Hill en la última década el Ejército gastó más de 200 millones de dólares en un intento por mejorar la calidad de vida en sus bases, pero los esfuerzos son insuficientes.
Las cifras de suicidios son casi tres veces superiores al número de soldados de las tropas estadounidenses que murieron en las operaciones bélicas que siguieron a los ataques terroristas del 11 de septiembre del 2001.
Al menos 30 mil soldados suicidaron en el país desde 2001, aseguró el investigador Howard Suitt tras publicar un estudio de la Universidad de Brown en junio.
En comparación con la cifra de suicidios, 7.057 soldados estadounidenses perdieron la vida en la guerra global de Washington contra el terrorismo.
Según explicó Suitt, no hay una sola causa que impulse los suicidios, pero sí resaltó el aumento del uso de artefactos explosivos improvisados que causan un número significativo de lesiones cerebrales traumáticas.
Las lesiones que causan esos armamentos dejan una baja autoestima y un terrible sentimiento de culpabilidad hacia los miembros de la unidad que también resultan heridos, señaló el investigador.
mgt/age/gdc