Interrogado sobre la posibilidad de una asonada golpista, el fundador del Partido de los Trabajadores restó importancia al riesgo y alertó que en el gigante suramericano puede pasar de todo.
‘Ya hubo un golpe de Estado en abril de 2016, cuando la presidenta legítima Dilma Rousseff fue derrocada con un impeachment (juicio político) que no tenía base, ni pruebas. Pero si tengo que responder a su pregunta, creo que no’, recalcó Lula.
Precisó que tal vez a quienes actualmente dirigen el país les resulte difícil dejar el poder, se opondrán, pero en este caso será la gran mayoría de los brasileños, el 77 por ciento, el que se oponga a un golpe, apuntó.
El exdirigente obrero también criticó el reciente discurso de Bolsonaro en la 76 sesión de la Asamblea General de las Naciones Unidas, en Nueva York.
Manifestó que el exmilitar ‘fue a la ONU a mentir. Una fantasía. Describió un Brasil que solo existe en su cabeza’.
En ese foro, precisó, silenció que haya una investigación parlamentaria sobre la corrupción en el Ministerio de Sanidad por la gestión de la pandemia, de cómo y cuándo se compraron las vacunas, porque se registran casi 600 mil muertes por Covid-19.
Para el exgobernante, ‘Bolsonaro habló en nombre de su público formado por milicias y neofascistas. Podría decir a la ONU una verdad que se ve todos los días: 15 millones de parados, 30 millones que pasan hambre’.
Insistió en que durante su mandato (2003-2011) la economía crecía y Brasil era respetado, éramos protagonistas en la cuestión medioambiental. ‘Nos fuimos con la cabeza bien alta. Todo esto fue cancelado por Bolsonaro. Solo mintió, como siempre’, reiteró Lula, antes de calificarlo de loco y corrupto.
Acerca de la desactivada operación Lava Jato, el exlíder sindical detalló que con ese grupo judicial había una estrategia clara detrás de lo ocurrido y los jueces de la sureña ciudad de Curitiba, los anticorrupción, tenían contactos estables con el Departamento de Justicia de Estados Unidos. ‘Hubo el impeachment de Dilma, me acusaron, construyeron pruebas falsas, me condenaron. Acabé en la cárcel. Mi elección: sabía que era inocente, tenía que quedarme para demostrarlo. Tenía tenacidad, fuerza y, en última instancia, razón’, aseguró Lula.
Puntualizó que, si hubiera salido de Brasil, habría sido un fugitivo. ‘Sin Lula, la derecha tenía el camino libre hacia la presidencia’, subrayó.
El exjefe de Estado recuperó todos sus derechos políticos después que el Supremo Tribunal Federal anulara en marzo todas sus condenas, veredicto que le dio la posibilidad de presentarse en la carrera por el poder en 2022.
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