Biden dijo a los legisladores que no tiene un calendario pese a que ambos proyectos son sustantivos para desarrollar su agenda desde la Casa Blanca.
‘No importa cuándo. No importa si son seis minutos, seis días o seis semanas. Vamos a conseguirlo’, aseguró el viernes como indicativo que persistirá con demócratas y republicanos en la aprobación de ambas iniciativas.
El tiempo al parecer no importa para el presidente pero si su determinación de seguir vendiendo su proyecto de gobierno, el que depende de los acuerdos en una dividida Cámara de Representantes y de la amenaza republicana de evitar tantos gastos y el aumento de los impuestos a los estadounidenses más ricos.
Biden retomará el martes la venta de su visión legislativa global, esta vez en Howell, Michigan, en un condado que apoyó abrumadoramente al expresidente Trump en las elecciones de 2020.
En este escenario destaca que el mandatario y sus asesores pasaron los últimos días mostrando un optimismo de lograr sus objetivos: promulgar nuevos e importantes gastos para carreteras, puentes, aeropuertos, puertos y banda ancha,
Ambas medidas contemplarían gastos de cerca de 550 mil millones de dólares. Unos 1,5 billones de dólares para infraestructuras y 3,5 billones en una década para mejorar las prestaciones de los niños, los estudiantes universitarios, las personas mayores, la cobertura sanitaria y para enfrentar el cambio climático.
Una valoración del diario The Hill señaló que el consenso entre los principales líderes es que 3,5 billones de dólares para el paquete de políticas que Biden propuso en primavera nunca conseguirá suficientes votos demócratas en el Senado, donde ya alcanzó la aprobación bipartidista de la ley de infraestructura.
Según el diario The Wall Street Journal, los demócratas sopesan recortar programas o reducir el alcance del proyecto de ley de 3,5 billones, algo que causa malestar entre los liberales azules que no parecen dispuestos a ceder ante sus colegas moderados.
Citado por el diario The Hill el asesor principal del Ala Oeste, Cedric Richmond declaró durante una aparición en Fox News el domingo que el presidente espera aprobar en última instancia tanto un paquete de gastos de infraestructura como de reconciliación, sin importar los plazos para alcanzar sus objetivos legislativos.
‘La gente no conseguirá todo lo que quiere, ese es el arte de legislar, pero el objetivo es conseguir ambos proyectos de ley, y vamos a luchar hasta que consigamos ambos proyectos’, apuntó.
En el tapete están los 3,5 billones de dólares de la propuesta y también la idea que propone el senador demócrata Joe Manchin de bajarla a 1,5 billones, algo inaceptable para los liberales pero que puede ser un punto de negociación para llegar a una cifra intermedia que destrabe el voto en el Congreso.
En la Cámara de Representantes, su presidente Nancy Pelosi, maniobra para sacar adelante ambas iniciativas, mientras en el Senado, el líder de la mayoría, Charles Schumer (d) empeña esfuerzos en logar que las dos medidas salgan adelante por separado.
Para Pelosi lo importante es lograr la aprobación, no importa cuando llegue el momento de las votaciones, algo que presuntamente esta también entre los objetivos de Biden.
Con una exigua mayoría de demócratas en la Cámara -su partido no puede permitirse perder más de cuatro votos en ninguna medida- lo cual sugiere que conseguir la aprobación de ambos proyectos es mucho más importante para Pelosi que el momento de las votaciones.
Las iniciativas forman parte de la agenda de Biden, una agenda que cuenta con el apoyo tanto de los moderados como de los progresistas y las encuestas también muestran el respaldo del público, lo que según expertos es un indicativo de que los plazos no pesan, y que lo importante es salir adelante con las leyes.
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