‘Esto es un gran logro, porque este plan puede sacar a Puerto Rico de la bancarrota tan pronto como este año, una condición importantísima para el crecimiento económico’, aseguró la directora ejecutiva de la JSF, Natalie Jaresko.
Al insistir en que se trata de un paso extraordinario en el camino a la prosperidad de esta isla del Caribe, bajo el dominio colonial de la nación norteña, la exministra de Finanzas de Ucrania subrayó que, además de ser justo, quita un peso de los hombros de las futuras generaciones de puertorriqueños.
El nuevo plan fiscal ajustado reduce alrededor de 35 mil millones de dólares a la deuda pública de Puerto Rico, estimada en 73 mil millones.
De este modo se ofrece a los bonistas no asegurados y otros acreedores ‘una recuperación justa’, en palabras de Jaresko, de 14 mil 400 millones, de los cuales siete mil millones serán en efectivo y siete mil 400 millones en bonos para resolver sus exigencias.
Además, en caso de que el gobierno sobrepase las proyecciones en el plan fiscal otorga un por ciento de ese exceso a los acreedores, con límites fijos anuales y por la vida de un denominado Instrumento de Valor Contingente (CVI).
‘Este plan es una solución para que el gobierno de Puerto Rico pueda pagar a sus acreedores de una manera sostenible’, agregó Jaresko, al revelar que el 70 por ciento de los bonistas de Obligaciones Generales (GO) y de la Autoridad de Edificios Públicos (AEP) han acordado respaldar la iniciativa.
El plan es sostenible, insistió, porque reduce el servicio de deuda de manera sustancial, de cuatro mil 200 millones en algunos años a mil 150 millones anuales, para que el gobierno puertorriqueño pueda pagar.
Este escenario, adujo Jaresko, deja al gobierno hasta tres mil millones disponibles en algunos años para financiar servicios críticos para la gente.
A pesar de este planteamiento, algunos economistas consideran que esto no responde a una realidad y que no sólo Puerto Rico no saldrá de la deuda en tan poco tiempo, sino que estará abocado a una segunda bancarrota, mientras la mayoría de la población empobrece.
Para Jaresko el 80 por ciento de las pensiones estarán protegidas de la reducción que se impondría a aquellas mayores de mil 500 dólares mensuales, una suma irrisoria pues el costo de vida es insostenible para la mayoría de los trabajadores.
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