Según el ministerio de Relaciones Exteriores, es necesaria la evacuación de manera urgente, organizada y definitiva de los militares sudaneses, para garantizar el regreso a la normalidad en la zona e iniciar un diálogo bilateral acerca del tema fronterizo.
Desde el 6 de noviembre pasado, mientras la Fuerza de Defensa Nacional realizaba operaciones para restablecer el orden en el estado regional de Tigray, Sudán irrumpió en áreas de nuestra jurisdicción y todavía no las ha desocupado, denuncia el texto.
También acusa a Jartum de invadir suelos extranjeros, saquear, desplazar a civiles y hacer sonar los tambores de la guerra para ocupar aún más tierras, proceder contrario a los preceptos de buena vecindad y cooperación proclamados por la Unión Africana.
Cuestiona, asimismo, la actitud de ese país de África del Norte, que ‘pone en peligro la paz y seguridad del denominado Cuerno Africano, pese a presidir actualmente la Autoridad Intergubernamental para el Desarrollo de África Oriental (IGAD, siglas en inglés)’.
Nuestro gobierno está listo para dialogar y resolver la disputa fronteriza con Sudán utilizando todos los mecanismos de resolución de conflictos existentes, una vez que se mantenga el statu quo según el Intercambio de Notas de 1972, señala el texto.
Ente otras cuestiones, el Intercambio prohíbe acciones contra los civiles y el emplazamiento de efectivos militares para tratar temas fronterizos, y estipula la utilización de todas las vías posibles con el objetivo de solucionar de forma amistosa cualquier incidente.
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