Durante una conversación telefónica con el dirigente de la alianza atlántica, Erdogan consideró que la paz observada ahora en el mar Egeo y en el oriente de la cuenca del Mediterráneo se debe a los esfuerzos constructivos de Ankara.
Turquía rechazó las demandas fronterizas de Grecia y la administración chipriota, declaró el jefe de Estado en el intercambio, citado por la agencia Anadolu.
El presidente turco consideró que los reclamos territoriales de Atenas y Nicosia violan, a su entender, los derechos soberanos de este país y de los pobladores de la República Turca del Norte de Chipre, carente de reconocimiento internacional.
Además, el mandatario se refirió a la situación en Libia, después que el pasado 5 de febrero se llegó a un acuerdo en Ginebra para la formación de un Gobierno de Unidad Nacional.
Erdogan afirmó que el país norafricano debe recibir apoyo militar y en materia de seguridad, en medio de los esfuerzos de varias naciones para poner fin a la confrontación interna, agudizada tras una agresión de la alianza atlántica, en 2011.
Asimismo, el mandatario turco estimó necesario un diálogo político, en medio del incremento de las tensiones en torno a la zona hullera de Donbass, donde se ubican las regiones rebeldes de Donetsk y Lugansk.
En los últimos días, la OTAN realizó maniobras militares, cerca de la frontera rusa, con participación de más de 40 mil hombres, para lo cual se trasladaron a Europa tropas desde Estados Unidos.
Rusia, por su lado, reforzó la presencia militar cerca de Ucrania y las fuerzas armadas efectuaron movilizaciones sorpresivas de dos ejércitos y varias brigadas en esa zona.
La solución debe basarse en los acuerdos de paz de Minsk, para poner fin a la confrontación en Donbass, y en el respeto a la integridad ucraniana, comentó el jefe de Estado.
En abril de 2014, un gobierno de derecha que llegó al poder en Kiev, tras un golpe de estado, lanzó una operación de castigo contra la población sublevada de Donbass, de mayoría rusoparlante.
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