Entre las acciones propuestas a la comunidad internacional, ambas organizaciones pidieron en un comunicado conjunto la reactivación de las operaciones de búsqueda y salvamento, la mejora de la coordinación con todos los agentes de rescate y el fin de los retornos a puertos inseguros.
También promovieron el establecimiento de un mecanismo de desembarco seguro y predecible.
En el texto manifestaron la preocupación por los informes de la organización no gubernamental SOS Méditerranée, que dio cuenta el jueves del naufragio de una embarcación de goma con 130 personas, que al parecer salió de la zona de Al Khoms, al este de Trípoli.
Varios barcos encontraron la embarcación desinflada y unos 10 cuerpos flotando cerca, según la ONG y que cita el comunicado de prensa.
Esta sería la mayor pérdida de vidas registrada en el Mediterráneo central desde principios de año.
Solo en lo que va de 2021, al menos otras 300 personas se ahogaron o desaparecieron en el área.
Se trata de un aumento significativo en comparación con el mismo periodo del año pasado, cuando unas 150 personas se ahogaron o desaparecieron en la misma ruta.
La ONU advirtió de la posibilidad de que más migrantes y refugiados intenten esta peligrosa travesía a medida que mejoren las condiciones meteorológicas y marítimas, y se deterioren las condiciones de vida en Libia.
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